Lo que (nos) cuestan los derechos

Desde hace unos años se ha instalado un dogma entre nuestros políticos, tanto de izquierda como de derecha, de que a los ciudadanos hay que otorgarles graciosamente derechos, la mayoría con repercusiones económicas.

Recordemos, en ese sentido, al presidente del Gobierno presentando un plan para dar un bono cultural de 400 € para jóvenes, o a la portavoz del Gobierno anunciando que el transporte público será gratis a partir de septiembre en los trenes de cercanías.

Transmiten la idea de que lo público es de todos y de nadie: gratis para todos, nadie paga nada.

Así es como piensan las cosas los adolescentes: todo derechos, todo gratis. Pero la realidad es otra: alguien paga. Y la realidad en el ámbito de lo público también es distinta de esa idea: todos pagamos lo que los políticos dan gratis.

Algo está mal planteado en esa idea y esa práctica.

Se trata a la gente como personas que no pueden valerse por sí mismos. Pretenden cambiar esa situación de infancia y adolescencia en la que hay una dependencia de los padres, por una dependencia del Estado. Pero se mantiene a la gente en situación de dependencia, de impotencia. Ser ciudadano responsable tiene más que ver con lo contrario; así lo formuló Kennedy: “No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país”. Una persona madura sabe que los políticos no son el centro de universo, que sólo disponen del dinero que nosotros hemos ganado con nuestro trabajo y ellos nos sustraen vía impuestos. Abandonar la infancia y adolescencia e instalarse en la madurez de manera libre e independiente significa organizarse de manera que yo gano mi vida sin esperar que el Estado resuelva mis problemas.

Ya lo he mencionado de pasada pero me parece importante subrayar (precisamente porque ciertas ideologías y prácticas políticas intentan engañar en este punto) que el dinero “público” ni crece en los árboles ni es del viento. El dinero que gestiona el Estado procede del esfuerzo y del trabajo de muchos españoles que somos los que generamos riqueza con nuestro trabajo. Los políticos son meros administradores de los recursos generados por los ciudadanos, de los que, además, deben dar cuenta con transparencia y son responsables de ser empleados con diligencia.

En la Administración en general hay aspectos muy mejorables en la gestión del dinero público. Un ejemplo.

En La Verdad del 9 de marzo de 2022 leemos el siguiente titular: “Mas de 30.000 murcianos faltan cada día a su trabajo por una baja médica”. Obviamente, hay ahí un importante gasto añadido. Cuando esas bajas se producen en el ámbito de la administración pública, ese gasto lo pagamos todos (que, ya saben, el dinero no crece en los árboles y nada es gratis). Hablamos de millones de euros. Las empresas privadas seguro que se encargan de verificar que esté de baja quien realmente está enfermo, como debe ser. ¿Ocurre lo mismo con las bajas en la administración pública? Sería lo deseable, ciertamente. Sería aconsejable que si alguien tiene baja por ansiedad y publica fotos en Instagram de sus paseos en yate, la inspección educativa pudiera investigar. Nos quedaríamos todos más tranquilos porque somos todos los que pagamos.

No podemos resignarnos a pensar que la gestión de nuestro dinero en España va de este modo. Debemos aprender, ahora que nos sentimos muy europeos, de los países nórdicos, Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca, que con gobiernos socialdemócratas actualmente en el poder, han generado una cultura de aprovechamiento del dinero recaudado por sus impuestos. De esa manera tienen un nivel de vida mucho más alto que el nuestro, y no son más inteligentes que nosotros, sino que administran mejor.

La libertad en el plano político es una conquista de la modernidad. Responder de la organización de nuestra vida tiene que ver también (no sólo) con disfrutar de lo que hemos ganado con nuestro trabajo y, por tanto, con reducir al máximo lo que el Estado se queda (vía impuestos) de lo que es nuestro porque, como dice Hayek: “Cuanto más planifica el Estado, más difícil se vuelve la planificación para el individuo”.

Publicado en La Verdad de Murcia (29/7/2022)

Andrés Nieto

Andrés Nieto ha publicado 19 entradas en este blog.

Deja una respuesta