El mono, el águila y la pecera

La primera condición de un sistema es ser creíble. Puede ocurrir que, al atender a un aspecto, se desatienda otro. Incluso con desajustes es lógico pedir paciencia y comprensión.

Hay una imagen que se me ha atravesado en varias ocasiones. En plena selva un profesor se halla ante diversos alumnos: un mono, un elefante, un pez en una pecera, un águila y algún otro que no viene al caso. Para que haya imparcialidad, todos han de enfrentarse a la misma prueba: trepar a un árbol.

Es frecuente que quien usa la imagen pretenda mostrar una evidencia, una moraleja, una verdad y sólo una. Algo así como que la enseñanza que valora los resultados (lo que saben o son capaces de hacer los alumnos) comete una tremenda injusticia al ignorar las diferencias individuales. La conclusión a la que se nos pretende llevar es que el sistema educativo debe mirar menos a los resultados y mimar más a los alumnos, sus capacidades y necesidades. Así de simple. Continuar leyendo “El mono, el águila y la pecera”

¿Quién decide?

He seguido con atención y perplejidad dos casos de bebés enfermos muy similares que han tenido lugar en Inglaterra en estos últimos tiempos, el de Charlie Gard en Londres el pasado mes de julio y el de Alfie Evans en Liverpool esta última semana.

Al leer la información me han venido a la cabeza diferentes conductas que han seguido distintos pueblos a lo largo de la historia. La primera de ellas, Esparta. Según Plutarco, los espartanos eran de la opinión de que dejar con vida a un ser que no fuese sano y fuerte desde el principio no resultaba beneficioso ni para el Estado ni para el propio individuo. Por lo tanto, a estos desgraciados niños les esperaba un futuro poco afortunado, ser abandonados o arrojados al vacío desde el monte Taigeto.

En segundo lugar, Roma, en el que, a pesar de ser la cuna del Derecho tal y como hoy lo conocemos, las prácticas no eran especialmente civilizadas. Las Doce Tablas de la ley romana obligaban a matar al niño que naciera deforme y a ello se añade la permisividad que existía con el infanticidio de niños recién nacidos, sobre todo niñas, que eran consideradas una carga por lo que muchas familias sólo tenían una. Continuar leyendo “¿Quién decide?”

La situación es desesperada, pero no grave

Un Boeing 747, con quinientos pasajeros a bordo, ha perdido el control y cae en picado hacia el océano. El comandante, un piloto experimentado con miles de horas de vuelo a sus espaldas, lucha por hacerse con el control del aparato. La situación es desesperada; sólo la pericia de la persona que está a los mandos podría evitar el desastre. En el centro de control del tráfico aéreo lo saben. Allí están reunidos los mayores expertos del país pensando de qué modo pueden ayudar al comandante. Desde el ministerio de Fomento se da la orden de que se haga lo necesario para evitar la catástrofe. Algunos creen que el problema está en uno de los motores, otros piensan que el problema es electrónico. Pero saben que desde la torre de control poco se puede hacer, salvo confiar en el piloto; todos contienen la respiración. De repente, el máximo responsable del tráfico aéreo, aunque nunca ha pilotado una aeronave, encuentra la solución. ¡Cómo no se le había ocurrido a nadie antes! Estaba al alcance de la mano y no la veían. La mejor ayuda que se puede ofrecer es poner al piloto a evaluar doscientos ítems sobre seguridad aérea, mientras intenta evitar la tragedia. Todos gritan alborozados y se abrazan, el júbilo se apodera de la sala de control. Alguien descorcha una botella de cava. Al otro lado del teléfono, el ministro respira aliviado. Continuar leyendo “La situación es desesperada, pero no grave”

¿Subir los salarios?

Los jóvenes que estudian bachillerato prefieren, cada vez más, ser funcionarios (26%) a empresarios (21%). Y en Murcia esa diferencia es seis puntos porcentuales más grande que en la mayoría de provincias españolas.

Dicen que los jóvenes de hoy en día son los más preparados. Discrepo. Tal vez sean los que más títulos universitarios por vivienda tienen colgados en las paredes si bien, a mi juicio, no están más preparados que cualesquiera otros jóvenes de pasadas generaciones para afrontar sus contemporáneos retos. Es muy cierto que el abanico de posibilidades que hoy en día tenemos tanto los jóvenes como los no tan jóvenes, unido al acceso y facilidad para poder desarrollar las capacidades para aprovechar tales posibilidades es mayor hoy en día que en cualquiera otra época más o menos reciente.

Si los jóvenes prefieren ser funcionarios en vez de empresarios es simple y llanamente porque son ‘más listos que el hambre’ y tienen expectativas racionales a la vista de cómo evoluciona nuestra sociedad. Los jóvenes no están fallando, en todo caso, si alguien falla, somos los que hoy por hoy tiramos del carro los que fallamos. Continuar leyendo “¿Subir los salarios?”

Educando a un líder

Llevo estos días en la cabeza la musiquilla «tumtum tum tumtum», la banda sonora de Terminator, un clásico que en su momento me gustó pero que el otro día al volverla a ver advertí detalles en los que hasta el momento no me había fijado.

Como muchas pelis de ciencia ficción muestra un futuro consecuencia de la evolución y del desarrollo tecnológico. Esa era mi visión hace unos años, pero ahora me fijé en Sarah Connor, una mujer que apenas consigue llegar a fin de mes, despreocupada y hasta me atrevería a decir con una vida feliz que se ve alterada por la información que le llega del futuro sobre quién será su hijo, su misión y qué habilidades deberá poseer.

Ahí es donde digo, ¡vaya, qué suerte tiene Sarah! sabe cuál es el futuro al que se va a enfrentar su hijo y qué habilidades tendrá que dominar tanto para lo básico, como la propia supervivencia, como para lo trascendental, que no desaparezca la especie humana, ¡ahí es ! Continuar leyendo “Educando a un líder”