
Lo que más interesa a mis alumnos de la universidad el día que presento la asignatura es el examen: si es test o ejercicios de desarrollo, número de preguntas, etc. Su objetivo es aprobar. Y está bien, si no se olvidan de aprender.
Aclarado esto, pregunto: ¿para qué estudiáis Economía (o derecho o ADE)? No crean que la respuesta es inmediata. Se dirigen más a justificar por qué han optado por esta carrera frente a otras que a lo les permitirá progresar y profundizar en lo que han elegido.
Todos sabemos que siendo tan importante para mis alumnos conocer la tipología de examen el día de la presentación, cuando hayan aprobado, ese dato será perfectamente irrelevante. Esto se debe a lo que en Economía se denomina “utilidad”, que hace referencia al grado de satisfacción que puede obtenerse de un determinado bien o servicio. Ocurre que la utilidad no es algo fijo, no es igual para cada individuo ni tampoco constante en el tiempo. Lo que a una persona puede aportar mucha utilidad a otro puede no aportarle ninguna y, por otro lado, lo que hoy es altamente beneficioso para tus gustos y preferencias mañana podría ser obviado perfectamente.
Continuar leyendo «Utilidad»