La letra con tablet entra

Cada poco tiempo vuelve a estar de actualidad la Educación. Y nuevamente, los diferentes sectores implicados esgrimen sus argumentos para solucionar el problema de la escasa excelencia de nuestro sistema educativo. Se compara el actual con los anteriores, el de otros países con el nuestro, el de unas comunidades autónomas con otras; se critica la falta de inversión en Educación o se achaca el fracaso educativo a los cambios sociales. Algunos ponen el acento en la masificación de las aulas o en la pérdida de la disciplina; otros, en la ausencia de medios tecnológicos suficientes o en el propio diseño curricular de las distintas etapas educativas.

Hay quien sugiere metodologías basadas en el aprendizaje cooperativo y por proyectos, o en la potenciación de las inteligencias múltiples. Los más audaces proponen cambios drásticos: currículos flexibles según los intereses del alumno, eliminación de las aulas, los libros y los exámenes. Hay muchas propuestas, pero no nos ponemos de acuerdo en cuál es la mejor solución.

Si repasamos los sistemas educativos con los que han estudiado los españoles actuales, podemos distinguir tres grandes etapas: hasta que se aprobó la Ley General de Educación (en 1970) las Humanidades eran las grandes protagonistas, pero la formación en Ciencias era insuficiente; con la instauración de la EGB y del BUP quizá se logró el mejor sistema educativo que hayamos tenido, salvo en lo que se refiere a la enseñanza de idiomas; la tercera etapa, que se inaugura con la LOGSE, tuvo de positivo que la enseñanza obligatoria se extendió hasta los 16 años, pero empeoró todo lo demás. Continuar leyendo “La letra con tablet entra”

Dejemos el pesimismo para tiempos mejores

¿Acaso no les provoca cierta desidia hablar de política? Si es así, se encuentra entre la mayoría de españoles y, ciertamente, puede seguir leyendo este artículo porque reconozco que yo también empecé el año con cierta dosis de pesimismo: apertura del aeropuerto internacional de Corvera, llegada del AVE soterrado, falta de agua para abastecer al sector agrario y agroalimentario, y un largo etcétera de recurrentes problemas que parecen no tener fin.

Menos mal que este año todos esos problemas van a quedar debidamente solucionados y si, además, resulta que nos van a bajar los impuestos, necesariamente tendremos que buscar nuevos temas con los que entretenernos ‘políticamente hablando’.

Hablemos entonces de robo-advisors. Los robo-advisors son servicios de asesoramiento y gestión financiera online, con mínima intervención humana. A través de la implementación de una serie de cálculos recurrentes pueden elaborar y tomar decisiones de inversión de forma totalmente automatizada. Un robo-advisors es un asesor financiero en forma de bits, y no de carne y hueso. En general, este tipo de programas o servicios, teniendo en cuenta tu perfil inversor, edad, etc. realiza por ti las inversiones necesarias en fondos de inversión, etc. para maximizar tus ganancias, haciendo cambios, cuando proceda, para minimizar las posibles pérdidas. Y todo basado en cálculos matemáticos. Qué lejos quedan ya esos tiempos en los que se miraba con cara rara a quien se le ocurría sacar un plástico para pagar en el restaurante, y miren ahora. Continuar leyendo “Dejemos el pesimismo para tiempos mejores”

Un pacto excelente, un plato excelente

Hace unos días nos contaba la prensa que el pacto educativo nacional entra en su fase decisiva. Por lo que parece que ahora el pacto está en la cocina, entre fogones y según se puede ver, con un montón de expertos reunidos cual chefs organizando el mejor de los menús para conseguir las cinco estrellas Michelin de la educación española.

Deseo, espero de corazón, que decidan incluir una apuesta real por la excelencia educativa, adecuando los contenidos, los métodos y las exigencias a la realidad que vivimos y al inesperado mundo que les va a tocar vivir a nuestros hijos. No tendría mucho fuste poner en marcha un proceso para consensuar la receta del huevo frito, que para ese viaje no hacen falta alforjas. Parece lógico que se apunte a lo máximo, lo mejor; a mi modo de ver, la educación de calidad, a la que ningún pacto debe renunciar, debe ser una educación de máximos (si no, no sería de calidad), que ponga a disposición de todos lo mejor en cada materia. Eso no está reñido con reconocer que no todos están en condiciones de aprovechar el máximo: pero hay que ofrecerlo. Ese ambiente escolar permitirá que los más dotados académicamente desarrollen el máximo de su potencial, pero también que cada alumno reconozca sus posibilidades y pueda desarrollar sus capacidades hasta donde le sea posible. Y en ese ambiente, el profesor podrá, en definitiva, guiar a unos y otros, guiar a todos: porque sabe su materia con competencia, sabe adaptarse a los ritmos de sus alumnos y sabe, finalmente, valorar el nivel de adquisición de los conocimientos.

Este pacto que se está cociendo necesita ingredientes básicos de primera calidad. Como el resultado, sea el que sea, nos lo tendremos que comer los Continuar leyendo “Un pacto excelente, un plato excelente”

Suma y sigue, ¿hasta cuándo?

93.131. Parece un número de la lotería, pero es una cantidad de víctimas mortales. En la estadística oficial que el INE publica cada año sobre el número de defunciones según su causa de muerte sólo las enfermedades cardiovasculares o los tumores tienen una capacidad letal tan grande. Sin embargo a éstas víctimas ni las ha matado ninguna enfermedad ni las encontrarás en esa lista. Y si a las 93.131 de este año les sumamos las 94.188 del año pasado, las 94.796 del anterior y, así, todas hasta las del año 1986, llegamos a un total de 2.195.790 víctimas mortales. Con los datos oficiales en la mano, en la España de hoy se produce legalmente un aborto por cada cuatro nacimientos. Nadie con un mínimo de sensibilidad puede ser indiferente ante estas cifras.

Ni siquiera aquellos defensores del aborto libre en su condición de adalides de la mujer. Desde un punto de vista meramente técnico no deja de ser una auténtica salvajada que para el control de la población casi cien mil mujeres al año tengan que pasar por quirófano para enfrentarse a una intervención no exenta de riesgos físicos y psicológicos cuando casi todos esos embarazos podrían haber sido evitados fácilmente dada la enorme, variada y accesible disponibilidad de medios de control que existen, incluyendo la PDD (píldora del día después). El objetivo declarado de las reformas que han liberalizado y legalizado la práctica del aborto, repetido por activa y por pasiva un millón de veces era el de «reducir el número de embarazos no deseados». A todas luces, el fracaso no puede haber sido más absoluto o el objetivo no podía ser más falso. Pero, dejando este fracaso aparte, ¿de verdad que no es posible construir un futuro que defienda la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres sin que la mujer tenga que someterse a esta sangría? Yo creo que es imposible defender esta posición desde un mínimo de sentido común.
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Responsabilidad social y administraciones públicas

La responsabilidad social corporativa puede definirse como un instrumento de gestión que refuerza y mejora los impactos que una determinada acción, sea empresarial, social o política tiene sobre la sociedad que los recibe. Para ello debe responder a una perspectiva global e integradora que tenga en cuenta aspectos de responsabilidad, sostenibilidad, competitividad y participación. Ha de ser innovadora tanto en objetivos como en procesos, generando un triple impacto (personas, entidades, sociedad) para el que resulta imprescindible una correcta identificación, interpretación y gestión de los llamados grupos de interés, individuos y colectivos que se ven concernidos y afectados por esas decisiones.

Y por lo que respecta a las instituciones, entronca directamente con lo que se conoce como buen gobierno, esto es, se ejerce de forma objetivamente correcta, pues persigue cumplir con los intereses generales. En definitiva, es legal, transparente y eficiente. Todo esto en potencia, ya que la reflexión que quiero hacer confronta este ideal teórico con la práctica habitual en muchos departamentos de las distintas administraciones públicas. Continuar leyendo “Responsabilidad social y administraciones públicas”