Creacionismo lingüístico

“Un íbero tuiteando”, por Marco @subetealanutria

No hay ciencia que no tenga una pseudociencia que la parasite. La alquimia, la astrología o la frenología son el reverso prerracional de la Química, la Astronomía y la Psiquiatría, y se vuelven irracionales cuando, pese a ser superadas y refutadas por las auténticas ciencias, perviven junto a ellas. Uno de los parásitos de la Geografía, y por supuesto de la Astronomía, es el terraplanismo, que hoy experimenta un desopilante revival de la mano de los fundamentalistas protestantes y los teóricos de la conspiración de internet. La excéntrica excrecencia de la Filología y la Lingüística, increíblemente resucitada en los últimos años, es el tubalismo. Continuar leyendo “Creacionismo lingüístico”

Hay aeropuerto

 Pocas infraestructuras tan deseadas, necesarias y esperadas en esta Región como el Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia que, de momento, es su nomenclatura oficial. Y digo bien cuando digo necesaria. Disculpen la grosería de citarse a uno mismo, porque me remito a lo publicado en estas mismas páginas el día 8 de enero de 2015. Creo que los murcianos hemos pecado siempre de no valorar nuestras necesidades en infraestructuras como la oportunidad de prosperar en un entorno que también es competitivo, como el territorial, y ejemplos tenemos en España del mercadeo presupuestario a cuenta de las inversiones en las diferentes autonomías. Continuar leyendo “Hay aeropuerto”

La nación no existe, ¿o sí?

Christophe Gowans Illustration

Al igual que determinadas estructuras corporales permanecen en nosotros como órganos vestigiales que ya no cumplen ninguna función biológica, algunos comportamientos instintivos, seleccionados evolutivamente porque en un pasado cumplieron una importante función adaptativa, persisten en nosotros como una onerosa herencia que dificulta nuestra convivencia actual. Este es el caso de las emociones que subyacen bajo el sentimiento nacionalista. El modo instintivo en que concebimos a los más próximos como un “nosotros” que se opone a un “ellos” fue útil para la supervivencia de los grupos humanos; pero actualmente amenaza la estabilidad política en muchos países y dificulta la construcción de entidades supranacionales, como se ha visto recientemente con el Brexit.

Los movimientos separatistas no constituyen un problema de convivencia exclusivo de España. Por el contrario, se da en casi todos los países del mundo (hasta en Estados Unidos existen movimientos ciudadanos para impulsar la secesión de varios Estados). Así, hay regiones que quieren independizarse del país al que pertenecen, comarcas que quieren separarse de su región, municipios que aspiran a formar una comarca y pedanías (o barrios) que quieren constituirse como municipios. Precisamente esta es la razón por la que las autoridades europeas se muestran tan reacias a realizar cualquier concesión a los nacionalistas: si Cataluña se independizara, se abriría la espita para que el fenómeno se extendiera como la pólvora, dando lugar a una balcanización de Europa. Además, enseguida surgirían movimientos disgregadores dentro de los nuevos mini-estados, y acabaríamos por volver a establecernos en aldeas independientes, como al comienzo del Neolítico. Continuar leyendo “La nación no existe, ¿o sí?”

Evidencias

El matrimonio es la primera causa de divorcio. Evidente. Como evidente es que el problema social más importante actualmente es un problema de seguridad. La inseguridad nos pone nerviosos, el nerviosismo se contagia, el rebaño se revoluciona y puede llegar a pasar lo que inevitablemente pasará, según ya nos ha mostrado en reiteradas veces la historia.

La inseguridad por el mantenimiento de nuestra forma de vida, de nuestra cultura, vivir tal y como nos han enseñado, es la causa y razón básica por la que aparecen nuevos partidos políticos, lo cual no es ni bueno ni malo, si bien los actuales dirigentes deberían hacérselo ver. Y es que por muy acostumbrados que estemos a que nos pregonen cientos de promesas a los cuatro vientos que luego no se cumplen, es en estos tiempos actuales cuando a eso se une la puesta en peligro de nuestra forma de vida. Continuar leyendo “Evidencias”

¡Están locos estos postmodernos!

Si un ciudadano de la antigua Roma viajase en el tiempo a nuestro mundo actual, francamente, no entendería gran cosa. Pero, tal vez, lo que más le chocaría sería nuestro modelo de persona de éxito instalado en nuestra memoria colectiva, aceptado socialmente y propagado por los medios de comunicación.

Ensalzamos al hombre de negocios que se rige por criterios economicistas y cuyo pulso de acero no tiembla. No es nada personal, just business. El romano nos miraría con cierto aire de desprecio y nos diría algo como stultorum. Y es que, para el mundo antiguo, la humanidad y la libertad comparecían en el ocio y no en el negocio. La negación del ocio estaba relegada a quienes no disponían de libertad, a los esclavos. Eran los hombres libres quienes podían disfrutar por ley de las actividades lúdicas, el arte, la filosofía, la música. Los esclavos servían en la administración de los bienes de la domus siendo el atriense el esclavo de mayor rango y confianza. Así pues, desde su mentalidad, nos consideraría unos auténticos fracasados. Lejos de conquistar nuestra libertad para el ocio, la empleamos para pretender, como mucho, ser simples atrienses. Unos pardillos, vamos. Continuar leyendo “¡Están locos estos postmodernos!”